viernes, 29 de abril de 2011

Si veo en tus ojos que me deseás, y en tu sonrisa de galán que me buscás, por qué no nos encontramos afuera, en algún lugar?

viernes, 15 de abril de 2011

Copas y fantasías

Ella se pintó para él. Afuera la noche caía densa sobre la ciudad y los primeros fríos del otoño se empezaban a sentir. Mirándose al espejo imaginó en su cabeza todo lo que deseaba que pasara esa noche, pero quiso dejar de hacerlo, por miedo a que nada de eso ocurriera. Se vistió solamente para que él deseara desvestirla. El sabor de lo prohibido la excitaba, e imaginar las manos de él sobre su cuerpo lo hacía aún más. Se reunieron en la esquina de los ruidos, ahí donde cantaban la mala y el chico de las canciones de amor. Bastaba verlo para que ella no necesitara nada más, pero sabía que las cosas no funcionaban de ese modo.Tomaron un vino como tanto les gustaba, y entre copas y besos hicieron el amor. Sus piernas entrelazadas, sus alientos unidos. Amaba lastimarlo y curarlo con su saliva, le encantaba disfrazarse de puta para él. Amó rasguñarlo y morderlo fuerte. Se lo merecía. Y a él le gustaba.
Después se levantó, se miró en el espejo del baño y se vio hermosa: su piel estaba blanca, sus labios rojos como se ponían luego de un orgasmo. Y esperaba todos los viernes ese momento, en el que a nadie le importaba si ellos estaban juntos, y en el que sabía que él estaría esperándola.

viernes, 8 de abril de 2011

Si hay felicidad, pasale mi dirección

Un día vino a mi mente algo que me habían dicho alguna vez: "que la felicidad son sólo momentos". Quise intentar entender lo que era para mí en realidad, como alguna vez lo había hecho con el amor, que por cierto nunca terminé de conocer. Traté de reunir todas las cosas que me hacían bien, intentando analizar si eran esas mismas cosas las que podrían volverme una mujer feliz. Pensé en la sonrisa de mis sobrinos, en las cervezas con amigos y en conseguir el trabajo que tanto esperaba. Finalmente creo que decidí que sí, era feliz. Hasta que sentada en el subte me sentí una miserable, y me olvidé de todos esos momentos felices.