viernes, 17 de junio de 2011

Soñar y olvidar

Cuesta dejar de vivir un sueño, caer nuevamente en la nebulosa de la realidad que aunque es realidad suele ser a veces menos clara. Duele tener que poner los pies sobre la tierra y entender que no todas las cosas son tan perfectas, que la vida es esta realidad y no la que vivimos entre sábanas. Es triste, pero valioso dejar de aferrarse al sueño en el que todo es extraordinario y posible y nada puede ennegrecer absolutamente nada.
Uno se siente indefenso y descontento, con ganas de patalear de la bronca por no poder seguir viviendo así, por no poder continuar recorriendo continentes enteros y descubriendo culturas olvidadas. Uno se siente que renuncia a ser el sabio de sus propias historias y vuelve a ser un simple hombre, uno más.
Y todo esto lo dice alguien común, que cuando abre los ojos se acuerda de sus sueños sólo los detalles.

viernes, 10 de junio de 2011

Volemos

No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.


Oliverio Girondo



volemos, de ahora en más y para siempre.